Diarío de un Desgraciado

Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre: "Hicimos lo que pudimos... pero nació".

Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo.

Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera cuando la compró.

Pronto me di cuenta que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la bañera eran una radio y un tostador enchufados.

Una vez me perdí. Le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contesto: "No lo sé; hay un montón de lugares donde pueden haberse escondido".

El último deseo de mi padre antes de morir fue que me sentara en su regazo. Lo condenaron a la silla eléctrica.

Trabajé en una tienda de animales y la gente no paraba de preguntar cuánto costaba yo.

Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres para pedir recompensa. Mi padre les contestó que quería mas pruebas.

Un día llamó una chica a mi casa diciéndome: "Ven a mi casa que no hay nadie". Cuando llegué no había nadie.

A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un motel.

Una vez ingerí un frasco entero de tranquilizantes. El doctor me dijo: "Tómese una copa y acuéstese un poco".

El psiquiatra me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión. "De acuerdo; además de loco es usted muy feo y un gilipollas".

Una vez cuando me iba a suicidar tirándome desde la azotea de un edificio de 50 pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sus palabras fueron: "En sus marcas, listos..."

Diario de Iñigo.

MIéRCOLES 28 DE JUNIO

Me han echado de la casa. He llorado a moco tendido. El que se inventó esta expresión es gilipollas, porque los mocos no se pueden tender...

No he tardado ni un minuto en hacer la maleta, porque sólo traje un polo y lo llevo puesto.

A Iván le he regalado medio kilo de mocos para que se tiña el pelo de verde.

En honor a Mabel he hecho pipí fuera de la taza, así cuando lo limpie pensará en mí. Al Pisha le he regalado un cuesco. A Koldo le he regalado un trozo de papel higiénico usado. Y a Ania, como es vegetariana, le he dicho si quería un nabo... La muy burra ha dicho que no.

Fuera de la casa había mucha gente y todos se desmayaban cuando pasaba junto a ellos... Igual debería haberme duchado.

Me han subido a un coche para llevarme al plató. ¡Qué asco, estaba limpio!

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